20.1.09

¡Feliz Cumpleaños, Deivid!


Hace 63 años, un 20 de enero de 1946, nació en Montana, Estados Unidos, un típico muchacho norteamericano. De padres profesores, que soñaba con ser pintor. Al crecer obtuvo algunos trabajos relacionados con el arte, sin embargo, el trabajo que más importancia tuvo en su juventud fue el de acomodador en la toma de posesión del presidente Kennedy. Años más tarde, decidió emprender su carrera como pintor, se marchó a Europa a estudiar artes, pero ese viaje sólo duró 15 días. Regresó convencido de que lo qué quería hacer era cine. En Penssylvania comenzó el legado de David Lynch, que la razón por la que hoy escribimos sobre él, es no solamente por su cumpleaños, sino porque ha sido un referente en nuestras vidas, al menos yo crecí con Dune y Blue Velvet, la cual terrorificó mis días de infancia, y tuve el valor de volver a verla ya más huevudito.
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Sin embargo, su carrera no ha sido completamente valorada, o mejor dicho, comprendida, algunos lo tacharon de loco, otros se salían de los cines en sus presentaciones, la crítica lo destrozó por no tener los elementos puros del cine comercial, y es que sin duda es un director que se ha salido de las maneras convencionales narrativas cinematográficas, pero ha logrado plasmar de manera visual los miedos más internos de la infancia, de la ausencia paterna, del temor y los sueños, de los secretos más oscuros de un pueblo y de supuesta gente respetable, todo en un compilado de películas y series de televisión indispensables para cualquier amante del cine. Wild at Heart, una provocadora, alucinante y sensual roadmovie, sobre un delincuente de tercer pelo, fan de Elvis Presley y que sólo le cantará Love Me Tender a la mujer que será su esposa, y que terminó siendo Lula, no podía ser nadie más. Eraserhead, su primer largometraje, al cual Stanley Kubrick dictó como una de las mejores obras fílmicas de la historia del cine, o Twin Peaks, serie de television que me falta por ver, y que por lo tanto me abstendré de dar comentario alguno, pero cambió y modificó muchos aspectos de la cultura norteamericana y universal. Y Blue Velvet, un clásico del cine negro, un film en donde melodías clásicas y hermosas suenan espeluznantes, de la mano de Angelo Baladamenti, su más fiel colaborador, que ha estado a su lado desde está película hasta el día de hoy, donde mujeres laceradas, dolidas, se muestran sin razón aparente, y un pueblo tranquilo nos enseña su parte más oscura y terrible bajo la mano de un psicópata que cree controlar a un pueblo y a una mujer, todo desde los ojos de un joven curioso que enccontró una oreja y quizo encontrar más de lo que debía, tanto como el mismo David Lynch ha hecho. Sólo por esto ¡Feliz cumplaeños, Deivid!.

*NOCHES SIN PROZAC* jueves a las 21hrs por ITUNES

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